viernes, mayo 27, 2005

TRANSEÚNTE

Se confunde el agua
y el espejo
las llamas de la hoguera
renuncian a ser libres.

Derramo mis sueños
y hambriento
me desvelo en un susurro.

Sin nada entre las manos
pierdo la cuenta de los días.

Hoy muero a los sueños
eternos
el futuro es una masa corpórea
de una realidad
escondida bajo la almohada.

Y me pregunto
si debo doblar la hoja
ocultar el terror
que habita en los cuadros
levantar la mirada
y esperar el tren.

Es la locura que se acerca
ya el reloj se nubla
me consuelo
porque no somos más que agua.

No hay memoria
da igual perderme que olvidar.

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